Luego de un ameno recibimiento pasan a conversar del tema que los reúne, el anfitrión, especialista en reclutamiento de talento humano, pregunta con voz pausada: Ahora dime, ¿Quien eres tu?.
El invitado se acomoda en su silla y con aplomo empieza a responder: soy ingeniero con postgrado, diez años de experiencia laboral progresiva, cursos , talleres, seminarios….. De repente el anfitrión le hace una señal para indicarle que pare, y le comenta: muy bien, he leído con detenimiento tu hoja de vida y allí pude notar todo lo que me has dicho hasta ahora. Le señalo un cuadro en la pared en el cual está la imágen de un iceberg, y se levanta para señalar la punta del témpano de hielo comentando: Me has mostrado la punta del iceberg, la parte que todos podemos ver e incluso evaluar con certeza, seguramente con unas llamadas a las empresas donde trabajaste y a las personas que te refieren, con eso es suficiente para conocer tu punta del iceberg dónde están tus conocimientos y habilidades; pero hoy quiero conocer la parte oculta de tu iceberg, esa que bajo el agua no se ve pero es la mayor parte del témpano y de ella depende lo que vemos, quiero conocer de tus motivaciones, tu percepción de ti mismo, como crees que te ven los demás, en fin quiero conocerte desde la profundidad de tu ser.
Lo que veo en la punta del iceberg es modificable, es adquirible, pero lo que no veo es lo que es esencialmente firme y estable en ti y eso es lo que deseo conocer, lo que te hace particular entre una multitud.
Hoy todos estamos frente al especialista que desea conocernos, pero para poder responder la pregunta antes debemos descubrirnos y reconocernos, mirarnos en el espejo y encontrarnos en la imagen reflejada, entender nuestra realidad interior, solo así podemos mostrarle al mundo el verdadero ser que somos y no solo aquello que pueden ver.
Es en esa interioridad dónde residen nuestras verdaderas fortalezas y debilidades, es allí donde empieza nuestro trabajo personal para el cambio basado en una estrategia para la mejora continúa.
La sumatoria de los cambios personales darán como resultado el cambio de la sociedad, depende de cada uno de nosotros el descubrir el quien soy , en singular, para avanzar al quienes somos, en plural.
Ahora estás dispuesto a descubrir quien eres tu.
«Odracir&Ailefo»
