El Casabe, un alimento que engloba un alto valor cultural, social, étnico y tradicional, está próximo a convertirse en el décimo Patrimonio Cultural Inmaterial de Venezuela, durante la reunión número 19 de la Convención Intergubernamental de la Unesco, a realizarse en el mes de diciembre en Paraguay.
Detrás de este alimento se encuentra una rica herencia cultural que va desde conocimientos ancestrales, historias y tradiciones indígena – africanas, que hablan sobre la identidad venezolana y la idiosincrasia caribeña.
El proceso de elaboración y su significado dentro de la cultura de los pueblos es digno de reconocimiento mundial, explicó el director del Centro de la Diversidad Cultural de Venezuela y la máxima autoridad del Núcleo Focal, Benito Irady.
“El Casabe es venezolano porque la yuca salió del río Orinoco y se trasladó hace más de dos milenios a otros países, así que este alimento se originó en nuestras comunidades indígenas”, hizo énfasis.
Ruta del Casabe hacia la Unesco
En 2019, Venezuela, República Dominicana, Cuba, Haití y Honduras, iniciaron la elaboración del expediente multinacional titulado «Conocimientos y prácticas tradicionales de elaboración y consumo del Casabe», el cual fue consignado ante la Unesco en 2023, un esfuerzo conjunto por reivindicar y salvaguardar las tradiciones culinarias, culturales y étnicas de la región.
La iniciativa surgió de las manos de las comunidades de panaderos de yuca en República Dominicana. “Desde sus inicios, los diálogos entre portadores, consumidores y comunidades han sido fundamentales para asegurar el consentimiento libre, previo e informado necesario para su reconocimiento mundial” acentuó.
En Venezuela, la construcción de este expediente está bajo la responsabilidad del Centro de la Diversidad Cultural y Núcleo Focal de Venezuela ante la Unesco y ha sido acompañada por la secretaría de Patrimonio Cultural Inmaterial del estado Miranda y la Red de Patrimonios de la entidad, instituciones claves en este reconocimiento.
El Casabe: más que un alimento
El casabe es un pan redondo que se elabora principalmente con la variedad amarga de la yuca, un tubérculo venezolano que permite que el pan se conserve durante más tiempo. Si bien su preparación varía en sabor, textura y tamaño dependiendo del país donde se realice, el proceso de elaboración es un hilo conductor que une a las naciones caribeñas, subrayó la secretaria de Patrimonio Cultural Inmaterial de Miranda, Mariam Martínez.
“Desde el pelado y lavado de la yuca, hasta los procesos de secado, la extracción del yare (líquido venenoso que se encuentra en la yuca amarga) y tamizado de la harina, cada paso es un ritual que sustenta su lugar en la culinaria local”, aseguró.
Tipos de Casabes en Venezuela
En algunas de las comunidades venezolanas se utilizan elementos como el sebucán, un utensilio de mano hecho con bejucos entrelazados, destinado exclusivamente para prensar la yuca rallada y extraer el líquido que contiene. En otras regiones también emplean el manare, que permite cernir la harina para luego llevarla al budare para su cocción. Cada zona tiene su casabe particular.
El sopero, que tiene una textura más gruesa.
El galleta, es de tamaño mediano con una contextura más delgada.
La naiboa es preparada con papelón y tiene un sabor dulce
El Jau Jau, una modalidad del casabe típica del estado Carabobo, contiene queso, azúcar y anís que hace de él un sabor particular que se asemeja al golfeado.
El Jari Jari, tradicional de la zona de Cúpira, en el estado Miranda, son recortes de casabes preparados con azúcar, leche y que tiene una textura suave muy dulce.
“El pan de yuca no solo forma parte de la dieta diaria, sino que representa un vínculo profundo con las herencias indígena y africana de cada comunidad. Es un alimento que fomenta la tolerancia y la unidad, cada país tiene su propia manera de prepararlo y consumirlo, mientras que también aprecia las tradiciones de sus vecinos”, expresó Martín
Subrayó que este alimento aporta fibra y es libre de gluten, lo que beneficia a las personas alérgicas o intolerantes a la harina de trigo, cebada y centeno, siendo una mejor opción para los celiacos. “Por sus beneficios, el casabe lo utilizan para acompañar mayoritariamente las sopas o hervidos, sin embargo, está presente en la mesa del venezolano para acompañar cualquier tipo de comida y en reuniones, cómo pasapalos”, acotó.
Miranda presente con el concurso El Casabe nos Identifica
Este año, en el estado Miranda más de más de 2 mil 400 estudiantes del municipio Pedro Gual, dieron muestra de su creatividad en el concurso El Casabe nos Identifica, donde plasmaron en dibujos, sus conocimientos sobre la preparación y los elementos que identifican el casabe, mencionó la titular de la Secretaría de Patrimonio Cultural Inmaterial de Miranda.
“El concurso se realizó en el mes de agosto, participaron niños, niñas y jóvenes de educación inicial, primaria, media general, técnica y educación especial, quienes también tuvieron la oportunidad de visitar las unidades de producción casaberas y conocer el proceso de elaboración”, acotó.
Transmisión de saberes
El casabe trasciende su papel como simple alimento, sirviendo como un pilar que sostiene la cohesión social y la identidad cultural. En un mundo cada vez más globalizado, su reconocimiento por la Unesco asegura que estas tradiciones culinarias no solo se prolonguen en el tiempo, sino que también se valoren y se respeten en el ámbito internacional.
En cada uno de los países donde se prepara y consume, esta práctica se enseña de manera informal en los hogares, como formalmente en las escuelas y medios de comunicación. Las Familias, unidades productivas, asociaciones, comunidades y hasta industrias medianas, son parte integral de este proceso de preservación y transmisión cultural, por tanto, el reconocimiento de la Unesco es una oportunidad para que las naciones protejan y celebren su diversidad cultural y sus lazos históricos.
Prensa Miranda