José Ángel Rodríguez Suárez | Prensa LVBP
Caracas.- La fórmula puede variar, pero el resultado no. Tiburones de La Guaira había ganado en casi todos los escenarios posibles durante el Round Robin: de día y de noche; cuando el rival anota primero, o son ellos quienes lo hacen; frente a abridores derechos, y ante zurdos; de home club, o de visitante; con eficaz pitcheo, o con bateo oportuno. Sólo les faltaba salir victoriosos en entradas extras. Ya no.
El cardumen derrotó el sábado 8-5 a Bravos de Margarita en 11 episodios para culminar su segunda semana del Todos Contra Todos manteniendo la tendencia que ha exhibido a lo largo de toda la fase, a un ritmo arrollador.
Los dirigidos por Oswaldo Guillén afrontarán su descanso en la jornada dominical con magnífico récord de 9-1, aún con 4.0 juegos de ventaja con respecto a su escolta en la tabla de posiciones, que pasó a ser Cardenales de Lara en soledad tras los resultados sabatinos.
En esta oportunidad, Tiburones vino de atrás luego de ser contenido durante los siete primeros tramos del compromiso por el abridor de casa, Félix Doubront, quien, hasta ese momento, mantuvo en cero a la toletería escuala, mientras los neoespartanos dominaban la pizarra 3-0. Sin embargo, a partir del octavo acto, cambió el guion.
Franklin Barreto conectó sencillo a Doubront como primer bateador del tramo, y luego avanzó hasta la tercera con un error en tiro del lanzador hacia la inicial en un viraje. Alcides Escobar, de inmediato, rompió el blanqueo con un rodado al cuadro. En ese momento, el mánager José Moreno se acercó a la loma con la aparente intención de quitarle la bola al serpentinero, no obstante, luego de una conversación, decidió dejarlo para enfrentar a Maikel García.
García se embasó con un imparable dentro del cuadro, desviado por Doubront. El tirador insular se despediría tras dominar a Wilson García con un elevado a las paradas cortas, para darle paso con dos outs a Luis Pacheco, quien fue recibido por un doble de Yasiel Puig, que dejó el empate en posición anotadora para Danry Vásquez.
El zurdo Vásquez, en cuenta de una bola y un strike, sacudió un incogible hacia su banda contraria, para la paridad 3-3.
“Pensé que iba a tener un duelo más complicado, quizá con cuatro malas, pero esperé el primer pitcheo, porque quería saber con qué intenciones venía el lanzador”, relató Vásquez a Carlos Valmore Rodríguez para IVC Networks tras el compromiso. “Me lanzó el primer envío en strike, y allí supe que la cosa era conmigo. Me mentalicé en buscar un buen pitcheo para conectar ese hit. Siempre hay que buscar la manera de darle la bola hacia la banda contraria. Contra Félix Doubront fallé dos veces con esa intención, porque me estaba lanzando pegado, pero con Pacheco encontré ese envío”.
Danry Vásquez ha impulsado seis carreras en los recientes cuatro juegos
La Guaira le dio vuelta al marcador con un sencillo hacia el jardín derecho de Miguel Rojas, que se le escapó a David Rodríguez cuando fue a tomarlo mientras rodaba en la grama, para no solo remolcar a Vásquez, sino también anotar el propio Rojas, con el 5-3.
A pesar del duro golpe, Margarita reaccionó en el cierre del noveno trecho igualando las acciones. Con corredores en la antesala y la intermedia, y dos outs contra el cerrador Arnaldo Hernández, Luis Sardiñas bateó un rodado hacia el camarero Alcides Escobar, quien no pudo fildear, para cargarse una pifia y enviar el duelo a extra innings.
Todo se mantuvo en calma hasta la parte alta del undécimo, cuando Yasiel Puig disparó un soberbio jonrón de dos carreras por el jardín central, ante los envíos de Osman Gutiérrez, un viejo conocido de la afición guarista, quien en cuenta de cero bolas y dos strikes, se le quedó un envío en todo el medio del plato.
“Solo estaba tratando de poner la bola en juego, no me apresuré. Me fui en blanco ante un buen slider que me lanzó. Mantuve la concentración como si no tuviera strikes en la cuenta para mover al corredor (Maikel García)”, narró Puig a IVC, sobre el enfoque para el estacazo que celebró lanzando el bate al aire y quedándose parado algunos segundos en el plato. “Quiero disculparme con el lanzador y el equipo de Bravos por el batflip que hice. Fue la emoción del momento. Pido perdón al rival, porque les debo respeto, pero fueron varias sensaciones juntas: tenía dos strikes, no había hecho nada en el turno anterior”.
El cubano, de hecho, hasta lanzó un beso al dugout de su conjunto. El cual iba dirigido nada más y nada menos que a su piloto Guillén, según confesó después del compromiso al circuito radiofónico litoralense. “Ozzie dice que no bateo”, comentó el recio paleador en medio de risas.
La estocada la dio Anthony Jiménez, con un back-to-back para dejar cifras definitivas al compromiso.
Jesús Pirela (2-1) se anotó el triunfo tras una labor de 2.0 entradas en blanco, con un ponche propinado, sin boleto otorgado y sólo un hit admitido.
Gutiérrez (0-1), a su vez, cargó con el revés, al encajar tres carreras (todas limpias), regalar dos bases por bolas permitir un par de inatrapables, ambos vuelacercas, en dos tercios de labor.