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DEUTERONOMIO 6.5, NTV
Siempre habrá en usted un anhelo indescriptible en tanto mantenga a Dios fuera de algunos aspectos de su vida. Usted fue creado para conocer al Señor con todo su ser. Por eso, mientras haya aspectos de su persona que no le entregue, ese anhelo indefinible persistirá (Romanos 8.20–21). «Pero yo amo a Dios», puede decir. Por supuesto que lo ama. Sin embargo, piense en lo siguiente: ¿hay algún pecado, problema, relaciones personales, rencores, sueños o pensamientos que todavía no le haya entregado a Dios? ¿Hay algo que Él le esté recordando que aún no ha puesto en sus manos? «No es posible que eso sea lo que me causa este vacío y dolor», pensará usted.
Sin embargo, si el Espíritu Santo lo ha traído a su mente, probablemente sea la razón por la que continúa batallando.
No lo piense más y libérese de ello. Ya sea que parezca un asunto menor, o que constituya el cimiento de todas sus esperanzas, entrégueselo libremente al Padre. Él es fiel y justo para ayudarle y darle lo que en verdad es mejor para usted (Salmos 84.11).
Padre, por favor, revélame cualquier aspecto de mi vida que no haya rendido a ti para que pueda entregártelo.
Gracias por hacerme libre. Amén.
En su presencia… sométase por completo a Él.
Dr. Charles F. Stanley
Pastor de la Primera Iglesia Bautista de Atlanta
Fundador de Ministerios En Contacto.
