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Recibir un diagnóstico de cáncer de cuello uterino puede generar una oleada de preguntas e incertidumbre en cualquier mujer.
Como oncóloga, he acompañado a muchas pacientes en este camino, y quiero compartir algunas de las inquietudes más comunes que me expresan, así como un mensaje de fortaleza y optimismo.
Una de las primeras preguntas suele ser: «¿Por qué me pasó esto a mí?».
Es natural buscar respuestas, pero es importante entender que el cáncer de cuello uterino está fuertemente asociado a la infección persistente por el Virus del Papiloma Humano (VPH), un virus muy común.
No es una cuestión de «culpa», sino de una infección viral que, en algunos casos, puede evolucionar a lesiones precancerosas y, eventualmente, a cáncer si no se detecta y trata a tiempo.
Otra pregunta frecuente es: «¿Qué opciones de tratamiento existen?».
La buena noticia es que el cáncer de cuello uterino, cuando se detecta en etapas tempranas, tiene altas tasas de curación. Las opciones de tratamiento varían según la etapa de la enfermedad e incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia y terapias dirigidas.
Cada caso se evalúa de manera individualizada para ofrecer el mejor plan de tratamiento posible.
Muchas mujeres también preguntan sobre «¿Cómo afectará esto mi fertilidad y mi vida sexual?».
Es crucial tener una conversación abierta y honesta con el equipo médico sobre estas preocupaciones. En algunos casos, existen opciones para preservar la fertilidad, y se pueden ofrecer estrategias para manejar los posibles efectos secundarios en la vida sexual.
El objetivo siempre es preservar la calidad de vida de la paciente en todos los aspectos.
Finalmente, una pregunta que refleja la angustia es «¿Voy a morir?».
Si bien el diagnóstico de cáncer es serio, es fundamental recordar que el pronóstico para el cáncer de cuello uterino ha mejorado significativamente gracias a los avances en la detección temprana (a través del Papanicolaou y la prueba del VPH) y los tratamientos.
En etapas iniciales, las posibilidades de curación son muy altas. Incluso en etapas más avanzadas, existen tratamientos que pueden controlar la enfermedad y mejorar la calidad de vida.
Un Mensaje de Fe y Esperanza:
Queridas mujeres, recibir un diagnóstico de cáncer de cuello uterino no define su futuro.
Es un desafío, sí, pero también una oportunidad para movilizar su fortaleza interior y apoyarse en un equipo médico comprometido.
La ciencia avanza constantemente, ofreciendo nuevas y mejores opciones de tratamiento. No están solas.
Hay una comunidad de profesionales de la salud, familiares y otras pacientes dispuestas a brindar apoyo en cada paso del camino.
Mantengan la fe, cultiven la esperanza y confíen en el proceso.
La detección temprana salva vidas, y los tratamientos actuales ofrecen resultados prometedores.
¡Haz Valer tu salud y forma de Vida!
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