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La muerte es un momento profundo que nos confronta con lo eterno. Para los creyentes, es una oportunidad para compartir la esperanza de vida eterna en Cristo
La frase “Descansa en paz”, o sus siglas QEPD, es una de las expresiones más comunes al referirse a alguien que ha fallecido. Su uso se ha extendido ampliamente como una forma respetuosa de rendir tributo al difunto y como consuelo para quienes quedan atrás. Está presente en discursos fúnebres, epitafios, publicaciones en redes sociales, oraciones, e incluso en lápidas donde suele encontrarse como “RIP”, abreviatura de su forma latina requiescat in pace. Pero ¿qué significa realmente esta frase? ¿Tiene origen bíblico? Y más importante aún, ¿es apropiado su uso desde una perspectiva cristiana?
Origen de la expresión
La frase “Descanse en paz” proviene del latín eclesiástico requiescat in pace, que literalmente significa “que descanse en paz”.
Esta expresión se remonta a la tradición cristiana primitiva, donde los creyentes deseaban que el alma del difunto encontrara un descanso eterno, libre de sufrimiento, en la presencia de Dios.
¿Está en la Biblia?
Curiosamente, la frase “Descansa en paz” como tal no aparece literalmente en la Biblia. Sin embargo, el concepto de descanso y paz después de la muerte sí está presente en las Escrituras. Isaías 57:2 afirma: “Entra en la paz; descansan en sus camas, cada uno de los que anduvo en su camino recto”.
También en el Nuevo Testamento, Jesús ofrece paz a sus seguidores: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da” (Juan 14:27). Esta paz no es meramente emocional, sino una promesa de descanso eterno en comunión con Dios.
Para los creyentes, la verdadera paz viene por medio de Cristo. Filipenses 4:7 nos asegura que “la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Así, el descanso final no es solo una esperanza simbólica, sino una realidad prometida para quienes han depositado su fe en Él.
Reflexiones sobre su uso
Aunque la expresión “Que en paz descanse” sigue siendo ampliamente utilizada, algunos cristianos cuestionan su adecuación, especialmente cuando se refiere a personas cuya fe en Cristo es incierta. Desde una perspectiva bíblica, el descanso eterno no es universal, sino una promesa para aquellos que han sido salvos por gracia mediante la fe (Efesios 2:8).
Por esta razón, algunos cristianos prefieren ofrecer palabras que reflejen más claramente la esperanza del evangelio, especialmente en momentos de duelo. Por ejemplo: “Sabemos que está con el Señor” o “Está disfrutando del descanso eterno que Cristo prometió”. Este tipo de expresiones no solo consuelan, sino que también apuntan al fundamento bíblico de nuestra esperanza.
Un llamado al consuelo con verdad
La muerte es un momento profundo que nos confronta con lo eterno. Para los creyentes, es una oportunidad para compartir la esperanza de vida eterna en Cristo. Si bien decir “Descanse en paz” puede ser un gesto de respeto y consuelo, los cristianos están llamados a ir más allá, ofreciendo palabras que apunten a la verdad del evangelio y a la esperanza segura de la resurrección.
En tiempos de pérdida, el mayor consuelo no está en frases tradicionales, de «Descansa en paz», sino en la certeza de que Jesús ha vencido la muerte y ha prometido descanso a todos los que vienen a Él (Mateo 11:28). Es en esta promesa que los creyentes encuentran verdadera paz. ¿Tú en quién confías para tu descanso eterno?
Noticia Cristiana/RDN