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¡Qué precioso es tu amor inagotable, oh Dios! Todos los seres humanos encuentran refugio a la sombra de tus alas. SALMOS 36.7, NTV
¿Alguna vez ha tenido la experiencia llena de seguridad de verse estrechado en los brazos eternos de Dios? Usted quizás se pregunte si en realidad es posible sentir su compañía de manera tan poderosa. Sin embargo, sí lo es. Percibimos la presencia de Dios y entendemos su protección, en parte, a través de los amigos y seres queridos que Él trae a nuestra vida y se interesan por nosotros, tal como Jesús lo haría si estuviera físicamente presente con nosotros hoy. No obstante, en otras ocasiones Dios simplemente nos envuelve, casi como si descendiera y nos cubriera con su presencia.
Este abrumador sentido de consuelo puede ser tan real que es como si estuviéramos siendo acunados en sus brazos. ¡Y en verdad lo somos! El sentimiento es de total satisfacción, realización y seguridad… lo que Él anhela que cada uno de nosotros tengamos. Así que, si usted necesita percibir hoy la proximidad del Salvador, busque su rostro. Espere delante de Él hasta que sienta su presencia llena de amor, y confíe en que Él se le revelará. Se sorprenderá al ver cuán profundamente real Él llega a ser para usted.
Padre, abrázame. Estréchame en tus brazos de amor a fin de que yo pueda sentir tu presencia y protección. Amén.
En su presencia… siéntase envuelto por su consuelo de amor.
Dr. Charles F. Stanley
Pastor de la Primera Iglesia Bautista de Atlanta
Fundador de Ministerios En Contacto.
