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He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. FILIPENSES 4.11
Si alguien tuvo una buena razón para quejarse de la vida, ese fue el apóstol Pablo. Él sufrió azotes brutales, naufragios, prisiones, enfermedades y vivía en constante peligro. Se la pasó sin dormir, comer ni beber agua en incontables ocasiones, eso sin mencionar que a menudo fue criticado y acusado falsamente. Y como todos nosotros, batallaba de continuo con el pecado. Así que, ¿cómo pudo Pablo hallar paz, gozo y contentamiento en
circunstancias tan terribles? Rindiéndose totalmente a Jesús y recibiendo fortaleza, consuelo y seguridad del Espíritu del Dios viviente.
Todo lo que Cristo ofrece también está disponible para usted, independientemente de sus circunstancias. Al entregarse a Jesús de manera creciente, el poder de su Espíritu se vuelve más evidente en su vida, y tiene un mayor deseo de obedecerle y reflejar su carácter. Y mientras más se someta a Él, más madurará su fe, lo cual siempre resulta en una paz mayor.
Pablo aprendió a contentarse en todas las circunstancias al aprender a confiar por completo en Dios. Usted también puede lograr eso. Así que, ¿en qué punto se halla usted en este proceso de aprendizaje?
Jesús, te obedeceré en cada situación, sabiendo que tú eres mayor que cualquier dificultad que enfrente. Amén.
En su presencia… descubra el verdadero contentamiento en cada circunstancia.
Dr. Charles F. Stanley
Pastor de la Primera Iglesia Bautista de Atlanta
Fundador de Ministerios En Contacto.
